Parchar es la acción de estar con otra persona o más, en un estado de relajación y oció que debe ser agradable (generalmente con el que se tiene una filiación de empatía o afecto o un interés común) compartiendo y ocupando un espacio. La invitación a parchar no implica ninguna actividad específica más allá de la de interactuar socialmente y pasar el tiempo, haciendo algo o haciendo nada. Para parchar es importante que no haya una figura de autoridad, por el contrario se debe sentir una relación "horizontal", pues se parcha entre iguales. Por ello un lugar adecuado para parchar debe generar este tipo de relación entre quienes gocen del espacio y lo escojan como un parchadero. Para parchar se suele estar en una posición sedente, semisedente o retrasada. Estas condiciones se pueden generar con espacios que propicien la visibilidad de los miembros del parche o grupo, sin interferencias sonoras, siempre buscando la comodidad, preferiblemente sin jerarquía pero si con la posibilidad de escoger diferentes condiciones de confort. El espacio no puede ser concebido como un lugar de paso aunque pueda ser usado como tal.